Lee Perryman se diferencia mucho del cazador medio; equipado con una escopeta de aire comprimido y armado con amplios conocimientos ecológicos, su papel es fundamental. ¿Su objetivo? La ardilla gris, una criatura aparentemente adorable que, en realidad, supone una importante amenaza para el equilibrio ecológico del bosque. La misión de Lee es sencilla: mitigar el impacto perturbador de esta especie invasora sobre la flora y la fauna autóctonas de Gran Bretaña.
El término de especie invasora, algo que preocupa a conservacionistas y biólogos de todo el mundo, se refiere a la flora y fauna no autóctonas que provoca daños significativos en sus nuevos entornos. La narrativa de las especies invasoras no es nueva; es una historia tan antigua como la civilización humana. Desde la epidemia australiana de conejos hasta la mítica liberación, supuestamente por parte de Jimi Hendrix, de periquitos de cuello anillado en Londres, la historia está repleta de ejemplos de introducciones chapuceras de animales no autóctonos.
Sin embargo, pocas especies han resultado tan perturbadoras como la ardilla gris. Importadas en el siglo XVIII desde Norteamérica por coleccionistas y terratenientes adinerados, estas criaturas aparentemente inocuas se han convertido en un símbolo del desequilibrio ecológico. La introducción de la ardilla gris provocó la casi erradicación de la población autóctona de ardillas rojas a través de la propagación del virus de la viruela de las ardillas. Además, el voraz apetito de la ardilla gris y su rápida reproducción han hecho que su población se dispare hasta superar los 2,5 millones de ejemplares, lo que la sitúa, sin lugar a dudas, en la lista de las 100 peores especies invasoras.
Lee Perryman
Las ardillas grises tienen bastante apetito, Lee Perryman afirma: «¡A las grises les encanta comer! Se cree que pueden consumir hasta el 10 % de su peso corporal, lo que supone entre 40 g y 80 g al día. Así que, dondequiera que se encuentre un grupo de ardillas grises, se puede consumir una cantidad enormemente grande de comida en muy poco tiempo. Mantener el control sobre la población de ardillas grises en el Reino Unido es, por tanto, un asunto tremendamente serio».
Para el Sr. Perryman, ocuparse de la ardilla gris no es solo un trabajo; es una mezcla de convicción y deber para con sus bosques nativos. Y en el Reino Unido no se lo toman a broma: al no haber veda de caza debido a su condición de invasoras, las ardillas grises suponen un objetivo de control durante todo el año. El envenenamiento está descartado por el riesgo que supone para otros animales salvajes, lo que deja el trampeo y el tiro como principales métodos de control de plagas. Sin embargo, el trampeo requiere mucho tiempo y resulta ineficaz, por lo que el tiro, sobre todo con pistolas de aire comprimido, es el método por el que ha optado.
El arma preferida de Lee es la AirMaks Katran en calibre .177. Ligera y eficaz, le permite recorrer los bosques con gran facilidad. Equipado con una mira telescópica térmica, puede identificar y rastrear ardillas grises con precisión, una ventaja crucial dada la naturaleza asustadiza de estos animales y la densa arboleda donde habitan.
La mira telescópica térmica preferida del Sr. Perryman es el Pulsar Merger LRF XQ35, que es una excelente opción para la caza de ardillas por su tamaño compacto y su comodidad. Lee también es un gran admirador del todopoderoso Merger LRF XL50, una opción un poco más grande de tamaño que va equipada con un sensor de mayor resolución.
«El uso de miras telescópicas térmicas resulta esencial cuando se trata del acecho de ardillas, ya que se iluminan como las bombillas de un árbol de Navidad. Actualmente, utilizo los dispositivos térmicos de Pulsar, y el Pulsar Merger es, sin duda, mi favorito, porque se puede utilizar con ambos ojos, lo que evita la fatiga ocular, ofreciendo una visión amplia para explorar rápidamente el bosque», afirma Lee Perryman.
Por cierto, Lee no es ajeno a la tecnología Pulsar, porque ha hablado muy bien de los visores de rifle Thermion Duo. Respecto a los modelos DXP50 y DXP55, alaba su versatilidad de alcance y su combinación de detección rápida e identificación precisa, especialmente al cambiar de los canales térmicos a los digitales 4k para diferenciar claramente entre machos y hembras. El funcionamiento de Thermion DUO DXP50 destaca en bosques densos y entornos con poca luz, en los que una mira telescópica diurna estándar puede no ofrecer el mismo nivel de claridad, con lo que podrían perderse disparos de importancia crítica.
Lee Perryman
Sin embargo, a pesar de la avanzada tecnología de que dispone, el enfoque de Lee no se centra únicamente en el disparo, sino que se trata de comprender y respetar el ecosistema del bosque. Utiliza comederos de barril de gran capacidad para atraer a las ardillas y los llena, no solo de caros cacahuetes, sino también de económicos copos de maíz, trigo y semillas para pájaros. Un arma secreta de su arsenal es el aceite de anís 100 %, que rocía sobre el pienso, atrayendo a las ardillas como un imán.
«Las ardillas no son tontas», explica el Sr. Perryman. «Si observas un comedero durante un tiempo, puedes ver que las ardillas recorren un buen trecho del bosque una vez que han descubierto una fuente de alimento. Pero como un comedero de árbol solo admite una cantidad limitada, las ardillas se aburren enseguida de ir al comedero si no se rellena constantemente. Por eso me gusta utilizar comederos de barril de gran capacidad siempre que sea posible. Esto no solo me ahorra tiempo que de otro modo pasaría comprobando los comederos por el bosque, sino que además permite que sigan volviendo».
Los métodos de Lee son meticulosos y pacientes. Los comederos se dejan intactos durante semanas para permitir que las ardillas los encuentren y se sientan seguras. Utilizando cámaras Spypoint, Lee puede supervisar la actividad en los comederos, eligiendo el momento perfecto para atacar. Su comprensión de los patrones y el comportamiento de las ardillas es primordial; como él mismo señala, una vez que se empieza a disparar, es crucial permanecer oculto y en silencio, ya que la promesa de comida atraerá inevitablemente a un mayor número de ardillas.
Aunque la caza con comedero es eficaz, el método preferido del Sr. Perryman es la caza al acecho. Armado con su Katran, se mueve sigilosamente por el bosque, gracias a su profundo conocimiento de la flora y la fauna locales. Comprender las preferencias alimentarias y las elecciones de hábitat de las ardillas es fundamental, y el método de Lee es un testimonio de la habilidad y la paciencia que requiere este tipo de trabajo.
La historia de Lee Perryman es algo más que un relato de caza. Es un testamento sobre el respeto al mundo natural, el mantenimiento del equilibrio y el papel que el ser humano debe desempeñar en el mantenimiento de este equilibrio. En su lucha contra la ardilla gris, el Sr. Perryman se ha convertido en un guardián del bosque, que garantiza que las especies autóctonas como la ardilla roja tengan una oportunidad de luchar en su hábitat ancestral. En el gran esquema de la compleja red de la naturaleza, cada acción tiene una consecuencia, y como demuestra la historia de Lee, incluso la caza puede ser una pieza clave en la tarea de conservación.
Lee Perryman
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