Aunque Pulsar solo fabrica equipos para uso civil y para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no podemos evitar fijarnos en ciertas similitudes entre el uso de caza y el militar: el avance sobre el terreno, la seguridad del arma y las habilidades de tiro son solo algunos de estos aspectos que comparten ambos usos. Para explorarlos, hemos solicitado la ayuda de algunos cazadores con experiencia militar. Esto es lo que nos han explicado Jorge Costa, de Portugal, Claudia Breit, de Alemania, y el danés Claus S. Anderson, que actualmente reside en Sicilia.
Comenzamos la conversación compartiendo anécdotas del momento en que se alistaron en el ejército. Para ambos fue, al menos al principio, un sueño de la infancia cumplido, una profesión que parecía increíblemente interesante y emocionante. «De niño, siempre soñaba con ser militar algún día. Todo lo que implicaba armas, disparar, atravesar grandes extensiones en medio de la selva, la parte física de esto, e intentar superar todos esos retos me parecía muy emocionante. Se despertó mi curiosidad viendo algo sobre los Marines en la televisión. Los Marines son una unidad de élite de la Marina portuguesa, y es un gran orgullo pertenecer a esa fuerza militar», dice Jorge Costa.
El sueño de Claus S. Anderson surgió de un interés generacional: «Desde que tengo uso de razón, siempre he querido ser soldado de las Fuerzas de Defensa danesas por el compromiso de mi padre y mi tío con el ejército. Cuando era más joven, era sobre todo por el lado «aventurero» y glamuroso de esta profesión. Más tarde, cuando adquirí más experiencia, mi motivación cambió más hacia el lado de ser capaz de marcar la diferencia, aunque fuera pequeña a veces, para poder ayudar a los civiles en situaciones de peligro. Las experiencias que adquirí haciendo mi trabajo en numerosos despliegues por todo el mundo también me dieron una gran visión de mí mismo y de mi comportamiento, así como de la psicología humana en general.»
Pero, para Claudia Breit no siempre fue tan sencillo. «Es curioso, nunca quise alistarme en el ejército cuando estaba en la escuela porque entonces tenía mucho sobrepeso y me daba miedo el entrenamiento básico. Pero con la mudanza de mis padres y un cambio en mi estilo de vida, buscaba un trabajo con un propósito más elevado. Por esa razón, miré a mi alrededor y me pareció que la carrera militar encajaba con mi actitud y mi estilo de vida. Sin pensarlo demasiado, firmé el contrato y me alisté», admite la cazadora alemana.
Aunque podríamos ver algunos paralelismos en el deseo de nuestros cazadores de alistarse en el ejército, sus caminos hacia la caza fueron bastante diferentes. Para Jorge, al igual que con la caza, siempre fue una pasión desde la infancia. Cuando le visitamos por primera vez en Portugal hace poco, nos confesó que había empezado a cazar a los 11 años, al principio pajaritos con tirachinas, y luego algún blanco inmóvil, para empezar más tarde a cazar con una ballesta, hasta que por fin alcanzó la mayoría de edad para obtener la licencia de caza. Su padre también tuvo algo que ver en todo esto: aunque al principio no era cazador, pasaba horas en el bosque con su hijo, inculcándole el amor por la naturaleza.
En el caso de Claudia, también fue el amor por los animales. Aunque la transición de amar a los animales a cazarlos no ha sido especialmente fácil para ella, pronto se dio cuenta de que la caza va mucho más allá de disparar sobre un animal y que es, de hecho, una forma de cuidar la naturaleza.
Para Claus, sin embargo, la caza llegó más tarde. Mientras recibía su formación S.E.R.E. (Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape), se inició en la caza primitiva. Pero, como era muy perfeccionista, no quedó muy satisfecho con el resultado de esa formación. «Después de aquel curso, decidí convertirme en cazador «de verdad» y se lo comenté a mi mujer, Freya. Ella estaba totalmente a favor e incluso también decidió ella convertirse en cazadora. Los dos queríamos hacer un curso que nos diera la mejor formación posible, así que elegimos el que tardamos casi 6 meses en completar. Finalmente, nos convertimos en cazadores certificados en Dinamarca a finales de 2016 y, desde entonces, nuestras aventuras de caza no han parado. Para nosotros, la caza no es un hobby. Es nuestra pasión y estilo de vida para poder vivir directamente de lo que la naturaleza puede ofrecernos. Hemos cazado en Dinamarca, Suecia, Irlanda y Sudáfrica. Actualmente, estamos solicitando un permiso en Italia para poder cazar en Sicilia y en toda Italia», explica Claus.
Las habilidades transferibles son posiblemente algunas de las más valiosas que una persona puede adquirir, y en el caso del ejército y la caza, hay muchas áreas que se solapan. «Desde el avance al desplazarse por el suelo detrás del objetivo hasta la seguridad del armamento y las habilidades de tiro, son las cualificaciones requeridas en ambos campos», dice Jorge.
Continúa explicando que, tanto la experiencia militar como la de cazador, le ayudan a mantener la calma y a ser más eficiente y preciso a la hora de efectuar el disparo, o a decidir cuando las condiciones no son las adecuadas para ello.
Como era de esperar, Claus nos ofrece observaciones similares y las desarrolla un poco más: «Las técnicas de tiro y los conocimientos sobre el manejo del arma durante el día y la noche fueron muy útiles para mí. Pero también he podido emplear mis conocimientos sobre el efecto del disparo de un rifle en el aspecto de la seguridad en la caza. Saber qué debo buscar en el fondo de la escena y asegurarme de que la bala no quede atrapada por el suelo o un terraplén también es esencial. Incluso mis habilidades de rastreo de hombres podían utilizarse para el acecho de un animal. También me gustaría pensar que mis experiencias vitales como soldado profesional me han ayudado a tomar las decisiones correctas a la hora de poner fin a la vida de un animal».
Claudia interviene para mencionar la importancia de la preparación física: «Creo que no debemos subestimar la capacidad de carga física. Las personas que están más en forma también cazan mejor. Además, a veces ayuda a tener paciencia y ser capaz de estar sentado durante mucho tiempo».
Se podría pensar fácilmente que, viniendo de un entorno militar, los cazadores serían muy exigentes con el equipo que usan. Pero Claudia nos sorprende: «Al contrario. Estoy acostumbrada a trabajar y disparar con un equipo absolutamente estándar. La caza es un lujo por lo general, pero me gusta el hecho de que puedo arreglármelas con cualquier cosa».
Jorge coincide en que haber trabajado en el ejército te hace apreciar realmente lo que ofrece el mercado de dispositivos de uso civil, señalando que «en este momento, estamos muy avanzados» en cuanto a equipamiento de caza. Para profundizar en las diferencias, preguntamos a Claus, que distingue dos categorías de equipamiento militar: «Pulsar suele tener un producto más complejo y multiusos, mientras que un dispositivo de uso militar a menudo carece de todo el espectro de funciones y modos. No quiere decir que el dispositivo de uso militar sea de menor calidad, pero a menudo está más adaptado a una línea específica de tareas y, por lo tanto, no necesita una multitud de características y modos. Sin embargo, algunos equipos de uso militar pueden adaptarse para facilitar una amplia gama de tareas y, en consecuencia, pueden tener un uso tan diverso como si fueran cinco tipos diferentes de equipos de uso civil».
Como un autoproclamado fanático de los equipos, el cazador danés admite que le encanta probar muchas piezas de equipamiento y, por tanto, tiene un montón de ellas. Por suerte, para Claus, su mujer comparte la misma pasión y no se opone a este acaparamiento. Naturalmente, tengo curiosidad por saber qué dispositivo de Pulsar elegiría alguien con unos conocimientos tan amplios, sobre todo teniendo en cuenta que nuestro equipo está fabricado exclusivamente para uso civil y para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y dista mucho de calificarse como equipamiento militar.
«Me inclino por tres tipos de dispositivos. La primera opción es el pequeño visor manual Axion 2. Se puede utilizar en una escapada rápida a la naturaleza para descubrir muchos tipos diferentes de caza salvaje, ya sea en tu propio coto de caza o simplemente mientras disfrutas de un largo paseo. Axion 2 es pequeño, manejable y capaz de ofrecer imágenes de calidad, al tiempo que tiene una batería de larga duración».
Mi segunda opción sería la serie Merger LRF. La usaría tanto en un escenario de caza como en una excursión en la que tuviera la posibilidad de llevar un dispositivo más pesado. Aprecio mucho el mayor alcance de detección combinado con un telémetro láser que puede medir distancias que cubren todas las distancias de caza relevantes para mí. El sensor de mayor tamaño también me proporcionará una imagen más detallada, por lo que podré identificar mejor lo que estoy mirando, tanto de día como de noche.
La tercera opción sería, sin lugar a dudas, un visor o un accesorio clip-on, como los de las series Krypton o Proton. Me gusta la idea de un accesorio, sobre todo si también se puede utilizar como dispositivo de mano. De esta forma, puedo emplear mi visor óptico en zonas en las que no están permitidas las ayudas digitales, y también puedo usar el clip-on como visor manual, si es necesario.
«Utilizar un visor electrónico específico como la serie Talion o Thermion sería un lujo con el que solo puedo soñar, especialmente si se trata de un dispositivo equipado con telémetro láser. La posibilidad de aprovechar todas las funciones y modos de un dispositivo así sería increíble para mí, y estoy seguro de que pasaría muchas horas detrás del visor, cazando o simplemente en casa, intentando aprovechar todas sus funciones», comparte el cazador.
Es interesante ver cómo eligen su equipo personas con tanta experiencia. Para Claudia, la funcionalidad es lo primero: «No le doy mucha importancia a un precio excesivo y supuestamente atractivo. Siempre debe ser capaz de alcanzar la mayor precisión de caza posible para adaptarse al cazador».
Claus, como se podía adivinar por sus anteriores apreciaciones, busca tanto la calidad como la capacidad de un uso polivalente. «Me gustan mucho los equipos que puedo combinar con otro tipo de equipos, para que me ayuden durante la caza aún más. Por ejemplo, la posibilidad de combinar un visor, unos prismáticos o un binocular con un smartphone o un reloj inteligente, de modo que pueda obtener rápidamente una visión general del coto de caza, o que me proporcione una solución balística útil para un tiro de largo alcance. Cuando descubro estas funciones, siempre trato de ver si la combinación puede ayudarme de otras formas distintas de las que el fabricante había pensado. Puedo pasar muchas horas tratando de hacer que las cosas funcionen para que puedan dar soporte a ideas «completamente originales» que se me puedan ocurrir.»
Para Jorge, la calidad y la definición de la imagen son prioritarias. Además, se fija en el peso del dispositivo (cuanto más ligero, mejor), la sencillez del menú, la duración de la batería y, por último, la estética. Conociendo estos criterios, no es de extrañar que Jorge sea un gran admirador de la línea Thermion. Mientras tanto, Claudia y Claus, los nuevos miembros de la familia Pulsar, aún están en el proceso de elegir sus dispositivos favoritos y estamos deseando hablar con ellos pronto para conocer su opinión.
Tenga en cuenta que los equipos Pulsar se fabrican exclusivamente para uso civil y policial, principalmente para la caza. No es equipamiento militar, no se ha calificado nunca como tal, ni pretendemos presentarlo como un equipo para tal uso.
Antes de comprar cualquier dispositivo de visión nocturna o térmica, asegúrese de respetar la legislación local y de utilizarlo solo cuando esté permitido. Nuestros embajadores proceden de varios países y viajan mucho, lo que les permite probar diferentes dispositivos. No fomentamos ni apoyamos el uso ilegal de nuestros dispositivos en ningún evento. Si desea obtener más información sobre la política de restricción de exportaciones y ventas, visite el siguiente enlace: Política de restricciones de exportación y venta.