Para Joel Henrysson, un cazador sueco, las albóndigas de su abuela son el mejor manjar navideño. «Desde que era muy pequeño, son mis favoritas. Otras albóndigas también saben bien, ¡pero estas son absolutamente deliciosas! Siempre ocupaban el primer lugar en la lista de deseos de platos navideños y echando ahora la vista atrás, ¡creo que mi pobre abuela tenía que cocinar demasiado!», comparte Joel.
Ahora, tenemos suerte de que Joel haya madurado y no rehúya cocinar él mismo. Habiendo conseguido la receta y los secretos de su abuela, los comparte con nosotros.
Ingredientes:
Ponga la carne picada en un bol con las especias y mézclelo todo con las manos.
Ralle la cebolla (así las albóndigas quedarán más jugosas que si la pica) y añádala al bol.
Añada el huevo, la nata y el pan rallado y mézclelo todo. El pan rallado ayudará a mantener unidas las albóndigas y a absorber la nata, dándoles la consistencia perfecta.
Tome un poco de la carne y enrollarla en albóndigas del tamaño que prefiera. Unas manos ligeramente húmedas son una buena ayuda en este caso.
Ponga un poco de mantequilla en una sartén y cocine las albóndigas a fuego lento o medio. Es importante estar atento en este punto y poner el fuego al máximo. ¡Tómese su tiempo y disfrute en su lugar de un poco de música navideña y un vaso de Glögg!
Esta receta debería ser suficiente para cuatro personas. Para disfrutar al máximo de una clásica experiencia sueca, sirva las albóndigas con un sedoso puré de patatas y salsa de arándanos.
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